Quienes maduran y cuidan tus ideas. Si no las tienes, te las dan. Cuando todo termine, las echarás de menos.
Los que te escuchan e interpretan de forma creativa lo que quieres decir. Nadie los ha visto dormir.
Los que se esconden detrás de la cámara y te cuentan historias a través de una pantalla.
El que te paga pero también sabe lo que debes.